Papa Grumen : : : : Un mito de hoy, de ayer y de siempre

davidtortosa77@hotmail.com

UP

El Blog de UP

laMentira

Cocentàina

RR.LL.

88x31

Archivos

lunes, febrero 3

 
LA ÚNICA VERDAD SOBRE ALGUNOS HOMBRES BUENOS

Considerando las posibilidades de la existencia de Dios (despreciando la probabilidad cero) deberiamos plantearnos que esa Fuerza Creadora, sea Dios o la naturaleza, sea lo que sea, posee un poder de complejidad de tal magnitud que hasta el ínfimo átomo de existencia se torna infinitamente impredecible para la mente humana.
Consideremos que el Creador, en su grandiosa plenitud, se planteó su complejidad (cómo todo hombre se plantea alguna vez) puesto que es un ser dotado de inteligencia. Si a ello añadimos, la probabilidad de casualidades físico-químicas naturales (para contentar a los ateos) tenemos que el ser humano es producto de una duda existencial, de una sucesión de hechos probables en condiciones perfectas o simplemente de un capricho divino.
Teniendo esto en cuenta, si el Creador nos hizo a su imagen y semejanza, nos confirió un poder equiparable al suyo y, a la vez, nos proporcionó la facultad de teorizar sobre la complejidad de la existecia humana. En concusión, podemos pues afirmar que el Creador (sea lo que sea) es un cachondo.

Al dotar al ser humano de la capacidad para pensar, le dotó además de muchas otras cualidades casi tan o, incluso, más complejas que la susodicha. Pero los mayores entresijos de la existencia humana recaen sobre la conciencia y su contrario: el subconciente. Sobre este último se ha dicho mucho, se ha estudiado y concluído, pero permitanme que disienta. Su complejidad es tal que escapa al propio razocinio.
Me gustaría centrar el debate en la conciencia humana y su complejidad.
Los hombres buenos tienen tan arraigada la concepción de bondad (lo Bueno) que cuando cometen algún acto tachado de malo, desaprobado por la Sociedad (la gran mayoría de pueblos desarrollados; puesto que los pueblos indígenas poseen otra concepción de Bondad y Maldad más acorde con las leyes de la naturaleza) sus propias conciencias toman posesión de ellos, les doniman hasta hacer surgir otra cualidad no menos compleja pero inevitablemente sucesora de la conciencia: el arrepentimiento.
Los hombres malos han aprendido a convivir con su propia conciencia y su concepción del Bien y del Mal está desvirtuada (con respecto a la concepción impuesta mayoritaria). Tienen capacidad para dominar sus impulsos y poseen el poder de elección del que carecen los hombres buenos. Y, sobre todo, tienen dominio de su arrepentimiento (hasta el punto de minimizarlo al máximo hasta hacerlo inexistente) con lo que toman el control de su conciencia evitando así perder el pulso contra la vida.
Los hombres malos viven plenamente en su universo (el universo del Mal que ellos consideran correcto) y son felices.
Los hombres buenos conviven bajo unas pautas de comportamiento aceptadas de por sí (algunas de ellas válidas, pero la gran mayoría fallidas) que reducen su capacidad de vida en plenitud y, por lo tanto, condicionan su búsqueda de la Felicidad, que es lo que persigue todo ser humano.

La conciencia, el raciocinio, el arrepentimiento y demás son producto de una Fuerza compleja que quiso evitar que todos conozcamos los secretos de la Felicidad plena.


Nota del autor:Considerando que tengo esta tarde un exámen de Estadística y considerando la probabilidad de aprobar, bajo los efectos de una crisis nerviosa-depresiva, les ruego que no me hagan caso.


Escrito por Grumen : : : lunes, febrero 03, 2003